Actualmente maestros y profesores enseñan a alumnos que cotidianamente manipulan herramientas informáticas con las que están muy familiarizados: SMS, chat, Twitter, e-mail, Facebook, blogs y fonólogos, etc., y con las que producen textos, y desarrollan nuevos modos y prácticas de escritura.
Cada uno de esos nuevos espacios informáticos de escritura tiene características completamente diferentes. Muchas de estas situaciones de escritura imponen restricciones. Exigen respuestas rápidas, instantáneas, con muchas abreviaturas debido a la reducción del tiempo que se emplea o a la limitación del número de caracteres. Paulatinamente se desarrollaron abreviaturas que forman parte de una jerga común, propias de estos canales de comunicación. Se elimina la corrección y revisión de textos, hay una marcada ausencia de retórica y se reduce considerablemente la sintaxis. Estas son licencias que adoptamos todos a la ahora de usar muchas de estas herramientas, independientemente de nuestro nivel de alfabetización y nuestras capacidades para producir otro tipo de escrituras.
Indudablemente las experiencias y situaciones de escritura se multiplicaron y diversificaron. Sin embargo, en el imaginario colectivo de muchos adultos se señala a la TV y a internet como la causa principal del empobrecimiento del lenguaje y la pérdida de competencias para la escritura.
Edison Aces
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